Una pena de 18 años de presidio efectivo dictó el Tribunal Oral en lo Penal de Castro contra un hombre declarado culpable de los graves delitos de violación y abuso sexual reiterado contra menores de 14 años. El fallo puso fin a una investigación de largo aliento por hechos que se remontan al año 2012 y que ocurrieron en una comuna del sur de la provincia de Chiloé.

Según se acreditó en el juicio, las víctimas pertenecían al círculo familiar del condenado, incluyendo a una de sus propias hijas, lo que dotó al caso de una especial gravedad. Los magistrados estimaron que la prueba presentada por el Ministerio Público permitió establecer de manera contundente la responsabilidad penal del acusado.

El fiscal jefe de Quellón, Fabián Fernández, valoró la sentencia, señalando que se encuentra dentro de los márgenes solicitados por la Fiscalía y responde a la magnitud de los delitos investigados.

A juicio del persecutor, el fallo representa una señal clara frente a hechos que vulneran de forma profunda la integridad física y psicológica de las víctimas, especialmente cuando se producen en contextos de confianza y cercanía familiar.

No obstante, la resolución judicial aún no está completamente cerrada. La defensa del condenado cuenta con el plazo legal para interponer un eventual recurso de nulidad, mecanismo que podría ser revisado por un tribunal superior. Mientras tanto, la sentencia marca un precedente relevante en la persecución penal de delitos sexuales cometidos contra menores en la zona.

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