La Corporación de la Carne manifiesta su profunda preocupación ante los efectos que está generando la movilización del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que mantiene un funcionamiento parcial de los equipos de inspección sanitaria responsables de garantizar la producción de alimentos cárnicos aptos para el consumo humano a nivel industrial.

Esta situación ha provocado graves consecuencias en la cadena productiva nacional, afectando a trabajadores, productores, empresas y consumidores.

Efectos inmediatos

  • Interrupción de faenas en plantas clave como Frigorífico Osorno, Mafrisur y Frival.
  • Disminución de ingresos variables para cientos de trabajadores.
  • Pérdida de negocios y retrasos en programas de entrega.
  • Menor flujo de ganado en ferias y caída en el volumen de transacciones ganaderas, especialmente en las regiones de Los Ríos y Los Lagos.

El conflicto, que ya se extiende por casi tres semanas, ha generado pérdidas superiores a los 6 mil millones de pesos.

Impacto social y laboral

Más de 1.000 familias que dependen de las plantas cárnicas se encuentran en una situación de incertidumbre laboral. La suspensión de faenas implica una reducción de hasta un 30% en sus ingresos, afectando directamente la estabilidad económica de los hogares.

“No se trata únicamente del derecho a movilizarse, sino de un impacto directo en el desarrollo social de las familias afectadas”, señaló Sergio Willer, presidente de la Corporación de la Carne, entidad privada sin fines de lucro que agrupa a productores, ferias de ganado, industria y academia en todo el país.

Riesgo económico y productivo

La paralización afecta no solo la producción nacional —que cubre apenas el 30% del consumo interno—, sino también la logística de importaciones y exportaciones.
De prolongarse, la situación podría derivar en un colapso productivo y en un aumento de precios al consumidor, particularmente en la antesala de las fiestas de fin de año.

Asimismo, el monopolio del SAG en la inspección sanitaria genera un punto crítico de dependencia institucional, afectando la credibilidad del sistema exportador y la competitividad del sector pecuario.

Llamado urgente al diálogo

La Corporación de la Carne hace un llamado urgente a las autoridades competentes a restablecer el funcionamiento normal del SAG, garantizando la continuidad de una actividad estratégica para el país y el bienestar de las familias que dependen de ella.

“Es momento de actuar con conciencia y responsabilidad, priorizando el bienestar del país y el desarrollo sustentable de nuestra industria cárnica”, concluyó Willer.